Cuantos niños llegan a nuestra consulta retraídos y silenciosos como su forma de estar en el mundo. En estos casos, a tan corta edad, les ha tocado vivir experiencias abrumadoras que sobrepasan su comprensión pudiendo llegar a generarles una sensación de horror que los desborda y viven como amenaza existencial. Esto es el trauma o evento traumático resultado de haber vivido alguna situación de abuso físico, abuso sexual, abandono, negligencia, exposición a la violencia doméstica, separación de los cuidadores primarios, entre otras.
Estos entornos de violencia rompen el mundo mágico infantil y difícilmente se puede volver a recomponer. Siendo muy importante, ofrecer experiencias reparadoras que le permita al niño/a expresar y legitimar ese horror que han vivido.
Bajo esta premisa, en el abordaje terapéutico infantil desde una perspectiva humanista-gestáltica busca no solo aliviar el malestar emocional del niño, sino también fomentar su desarrollo integral, potenciando su capacidad de autorregulación. Propuesta sustentada en varios aspectos clave de la Terapia Gestalt que permiten estructurar los contenidos de un curso avanzado.